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Meses atrás habían empezado sistemáticamente las discusiones, que, poco a poco, fueron subiendo de tono. El hombre se fue de la casa. Tiempo después volvió, y luego de un par de semanas, de nuevo las peleas.
Una noche, la discusión se escuchaba tan violenta que tuve temor de que la mujer fuera asesinada.
Llamé al 911, cuyo oficial interviniente me devolvió la llamada para ubicar la casa. Minutos después, se escuchaban otra vez los gritos de socorro de la mujer.
Llamé al agente y me respondió que no ingresó a la casa al no ser atendido por los dueños.
Ingresar sin permiso u orden judicial sería una violación a la propiedad privada, alegó.
Entonces llamé a la comisaría 7ª Metropolitana, que tiene una División de Atención a Víctimas de Violencia, tampoco hizo nada.
Días después llamé al Ministerio de la Mujer, donde una funcionaria me informó que la atención es únicamente para las víctimas y que debería acercarme a la oficina con la afectada o ir a un juzgado a ratificar mi denuncia (y firmarla).
Pese a las llamadas que realicé a diferentes estamentos del Estado en busca de ayuda, hasta hoy no tuve una respuesta concreta, y las discusiones continúan.
El Ministerio de la Mujer me pide identificación. ¿Y la protección al anonimato? Quién se animará a ayudar sin la mínima garantía de seguridad. Tanta propaganda hace esta cartera de Estado que insta a no estar sordas ante el pedido de auxilio para evitar muertes, cuando a la hora de la verdad la respuesta es nula.
Este es un caso más de quién sabe cuántos que se reportan en el país, ¿y cuántas serán las mujeres que sufren en absoluto silencio?
Es emblemático el caso de Lucía Sandoval, la semana pasada absuelta por el crimen de su marido, Huber Martínez, a quien había denunciado por violencia doméstica. La madrugada del 7 de febrero del 2011, él le apuntó con una pistola y, al parecer, en medio del forcejeo, se produjo un disparo accidental que resultó mortal.
Esta discusión y posterior desenlace quizás se hubieran evitado con una intervención oportuna y acertada del Estado, como la que estoy buscando hace meses para mis vecinos.
ggonzalez@abc.com.py