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“El paciente falleció por un problema hematológico y su diagnóstico de causa de muerte es por una purpura trombocitopénica. Él se había aplicado la vacuna contra la fiebre amarilla y hubo una sospecha que pudo haber sido por una reacción adversa por todo el problema inmunohematológico, al tener baja defensa, le pudo haber afectado. Sin embargo, no falleció de eso”, explicó la epidemióloga Águeda Cabello, directora general de Vigilancia de la Salud.
El deceso del trabajador tuvo lugar en el Instituto de Medicina Tropical. El hombre, quien se desempeñaba como conductor de una empresa de turismo, retornó a nuestro país de un viaje al Brasil –a la localidad de Santa Catarina– 20 días atrás, y 10 días después se aplicó la vacuna contra este mal.