Cargando...
“No satisfechos con causarnos destrozos e impedir que fumiguemos nuestros cultivos, ahora nos impiden levantar nuestra producción”, señaló Alfonso Irala, presidente de desarrollo y seguridad de la Asociación de Pequeños Productores de Maracaná.
El mismo añadió que algunas parcelas registran una pérdida del 33% en la productividad porque no recibieron los cuidados necesarios a raíz de la oposición de los miembros de la FNC.
Los granos están listos y comienzan a perder vigor a medida que pasan los días, señaló.
“Tenemos 15 hectáreas que ya se fundieron. Mañana queremos pasar a cosechar una parcela que va a producir apenas 2.000 kilos por hectárea, ahí tenía que haber 3.000 kilos por hectárea, veremos si nos permiten ingresar”, indicó el dirigente de la colonia.
Agregó que diciembre y enero son meses en los que las organizaciones campesinas recrudecen la ola de violencia contra las fumigaciones. Solo que en este lugar, desde este año, la violencia se ha extendido y ni siquiera permiten cosechar.
En la Colonia Maracaná los pequeños productores sembraron cerca de 150 hectáreas de soja. Sin embargo, ni un solo grano fue vendido hasta el momento.
De acuerdo a los afectados, los que impiden la cosecha reciben la visita y el apoyo político de senadores como Luis Alberto Wagner. Sostienen también que este cultivo atenta contra su salud. Y los que más se oponen no son precisamente de este lugar, sino de las colonias Uber Duré y San Vicente.
“Las cosechadoras no pueden entrar en las chacras porque infestaron de clavos ‘miguelito’. Y si perforamos las ruedas cuatro o cinco veces no recuperamos los gastos. Es muy raro que hasta en la cosecha no nos dejen en paz”, comentó Alfonso Irala.
Los pequeños productores de Maracaná quedan huérfanos porque supuestamente no existe figura legal que los ampare. O al menos eso es lo que dijeron las autoridades.
“Para fumigar nos acompañaba la policía, pero ahora para la cosecha nos dicen que la ley no permite que nos den resguardo. Mucho intentamos con las autoridades en Asunción, Ministerio del Interior, pero no pudimos conseguir las garantías para trabajar”, dijo Irala.
El caso de Guayaybí
Otro caso particular es el que se registró el pasado martes en Guayaybí, donde un grupo, también de la FNC, interceptó camiones transportadores de soja para luego incendiar las 1,5 toneladas de la oleaginosa que contenían los rodados.